En china comen de todo.
Puedes encontrar por la calle desde un señor afilando un cuchillo para rebanar a un pobre ratón...
...hasta otro que camina con cestos llenos de gallinas
para ser vendidas en cualquiera de sus múltiples mercados.
Si la calle es una locura de olores, sabores y colores, los mercados son el paraíso de las sensaciones.
Encuentras setas de mil formas y maneras,
empanadas rellenas de verduras y carnes de dudosa procedencia,
bebidas espumosas,
escarabajos, ciempiés, gusanos de seda,
estrellas de mar
e incluso serpientes
crujientes y cartilaginosas.
Después de este manjar ¿A quién no le apetece un postre?
De postre: La fruta del dragón.
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